Chronos es el Dios más cruel con el que he tropezado. Nos deja a su paso no sólo en la razón sino también en cada arruga que circunda la comisura de nuestros labios y las esquinitas de los ojos que brillaban como estrellas. Lo que no logra, pese a todo lo que arrasa, es la ilusión que el alma traviesa se niega tozuda a cederle: pasión por lo vivido, y esperanza por algún nuevo amanecer.
Impresiona la fotografía, impresionan las palabras y verlo escuchando la canción de Mercedes Sosa y Pablo Milanés es tremendo. Enhorabuena.
ResponderEliminarBesos.
Implacable el tiempo, como tus versos, Luis, como la imagen que elegiste para ilustrarlos... Atronador mensaje.
ResponderEliminarAbrazo siempre agradecido, amigo!!
Algo así.
ResponderEliminarY ojalá lo llevásemos como el señor de la foto: mirándolo con la sonrisa de lo bien hecho y vivido.
Besos.
Chronos es el Dios más cruel con el que he tropezado. Nos deja a su paso no sólo en la razón sino también en cada arruga que circunda la comisura de nuestros labios y las esquinitas de los ojos que brillaban como estrellas. Lo que no logra, pese a todo lo que arrasa, es la ilusión que el alma traviesa se niega tozuda a cederle: pasión por lo vivido, y esperanza por algún nuevo amanecer.
ResponderEliminarBesos, Cyrano.
Impresionante imagen como el tiempo devastando todo... un abrazo
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